La Playa de Benijo, situada en la remota y salvaje zona de Taganana, en el Parque Rural de Anaga, es uno de los secretos mejor guardados de Tenerife. Su entorno natural es absolutamente impresionante, con altas montañas que la rodean y las emblemáticas rocas de Anaga que se asoman al mar. Esta playa virgen, aislada del bullicio turístico, es ideal para aquellos que buscan paz, tranquilidad y un paisaje incomparable para la fotografía.
La playa tiene un encanto especial debido a su aspecto rústico y natural, lejos de las grandes multitudes. Aunque las olas son fuertes y nadar puede resultar complicado, el lugar es perfecto para disfrutar de la naturaleza en su máxima expresión. Las rocas de Anaga, que emergen del agua, crean un espectáculo visual único, especialmente durante el atardecer, cuando la luz del sol tiñe el cielo de tonos cálidos. Es un lugar que invita a la relajación y a la contemplación del entorno, ofreciendo una experiencia única en contacto con la naturaleza.
El acceso a la Playa de Benijo no es tan sencillo como en otras playas de la isla, lo que garantiza que quienes lleguen aquí podrán disfrutar de una mayor tranquilidad. Es un lugar ideal para aquellos que buscan desconectar del estrés y disfrutar de la belleza inmaculada de Tenerife. Si te apasiona la fotografía o simplemente quieres un lugar donde relajarte y absorber la grandeza de la naturaleza, la Playa de Benijo es un destino imprescindible.